viernes, 14 de junio de 2013

50-49 Sombras

Capítulo 1 “Fairytale”

Estaba sentada en la silla del ordenador, observando y cotilleando las redes sociales después de haber estado estudiando como una loca, sobre todo a mis grandes amigos filósofos, como Descartes o Platón. Aunque las palabras latinas del primero todavía resonaban en mi cabeza “Cogito ergo sum”. Es extraño, porque a pesar de no haber estudiado nunca latín y sí griego, he podido analizar fácilmente la estructura de esta frase célebre. “Pienso, luego existo”. No se puede dudar que se está dudando…pero eso precisamente era lo que me pasaba esa tarde que andaba como una maruja cotilleando las redes sociales ajenas, tales como Twitter o Tuenti. ¿De qué estaba dudando? Pues de mi capacidad de enfrentarme a problemas, como por ejemplo, los exámenes de mi querida y amada selectividad, pero también otro problema como era el simple carnet del coche. ¿Complicarme la vida? Muchísimo, soy una chica demasiado insegura y es por eso que, a pesar de tener las cosas más que mascadas, dudo. Seguro que sería la hija perfecta de Descartes. Malditas dudas…

Por cierto, no he hecho una presentación personal, ¿verdad? Pues la hago en un momento:
Me llamo Zoe y soy una pequeña andaluza de veinte años, que vive en una de las ciudades costeras de Andalucía: Huelva. ¿Algo curioso de mí? Pues que simplemente soy...una friki de las canciones y me las paso cantando todo el día, sin importarme que haya gente a mi alrededor. Curioso, ¿verdad? Pues dejando presentaciones a parte, vuelvo a mi pequeño diario personal…

Lo que estaba contando, que me encontraba intrigada, cotilleando, marujeando, cualquier otro sinónimo que implicase “stalkear” a otras personas a través de redes sociales. Eso lo ha hecho todo el mundo y ese momento me llegó a mí. Me percaté de varias personas que colgaban Tweets mencionando cosas como mudanzas porque ya habían hecho la selectividad y se mudaban a otras ciudades para hacer la carrera querida. Otros simplemente se quejaban como yo de lo amargados que estaban por los putos exámenes. Hasta que mis marrones ojos captaron un mensaje mucho más gracioso: “Que me voy para Huelva!!!” Y el dueño de este Tweet se llamaba @AlessItalBlue. Era un re-tweet de mi amigo que se fue a estudiar a Madrid. ¿Y éste de qué conocía a alguien que se quisiera venir a estudiar a Huelva, teniendo en Madrid todas las carreras que quisiera? Pues no lo entendía, la verdad. Era, como yo suelo decir, “una lógica aplastante”. Pero después de reírme de twitters sobre chistes e imágenes de animales graciosas, me dirigí a chatear un poco con mis amigas para no tardar en volver a las andadas con mis queridos amigos de pensamientos filosóficos.

Mito de la caverna, el discurso, la Teoría de las Ideas…estaba harta, por eso simplemente volví a mi amigo portátil y me metí, como era rutina mía, en los foros y redes sociales para seguir cotilleando. ¿Estaba siendo cotilla porque me gustaba alguien? Pues en esos momentos no me gustaba nadie, así que lo hacía por puro ocio. Y antes de acostarme me dí cuenta que en mi querido Twitter tenía a alguien más que me seguía. Uh, ¡qué guay es verte que ese número aumenta! Pero cuando quise darme cuenta de quién era, me quedé algo consternada, por no decir flipada. Era ese tal @AlessItalBlue. Mmmm y encima me había respondido al tweet que puse:

Fairytale @ZoeSonrisaMusical
“A la cama me voy ya, que estoy más que cansada de Descartes y Platón” 

Me respondió lo siguiente:
BlueCobalto @AlessItalBlue
@ZoeSonrisaMusical Buonanotte, filósofa :)
Espera, espera…¿quién era éste para responderme de una manera tan…cercana? Si ni siquiera le conocía y ya me estaba tratando como si fuera amigo mío. A lo mejor exageraba, pero es lo que pensaba, eso o estaba ligando conmigo. Respira, Zoe, que solo estaba siendo amable…
Y como soy española de pura cepa, no pude cortarme en responderle…

Fairytale @ZoeSonrisaMusical
@AlessItalBlue Buenas noches, pitufo.

¿Por qué le respondí eso? Pues porque tanto azul en sus nicks me recordaba a un pitufo. Así de simple. Y esa misma noche no recibí más respuestas ni más tweets de parte del pitufo. Esa noche me quedé dormida con la canción de Alexander Rybak, la que daba título a mi querido Nick del Twitter: Fairytale.


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