Capítulo 1 “Fairytale”
Estaba sentada en la silla del ordenador, observando y
cotilleando las redes sociales después de haber estado estudiando como una
loca, sobre todo a mis grandes amigos filósofos, como Descartes o Platón.
Aunque las palabras latinas del primero todavía resonaban en mi cabeza “Cogito
ergo sum”. Es extraño, porque a pesar de no haber estudiado nunca latín y sí
griego, he podido analizar fácilmente la estructura de esta frase célebre. “Pienso,
luego existo”. No se puede dudar que se está dudando…pero eso precisamente era
lo que me pasaba esa tarde que andaba como una maruja cotilleando las redes
sociales ajenas, tales como Twitter o Tuenti. ¿De qué estaba dudando? Pues de
mi capacidad de enfrentarme a problemas, como por ejemplo, los exámenes de mi
querida y amada selectividad, pero también otro problema como era el simple
carnet del coche. ¿Complicarme la vida? Muchísimo, soy una chica demasiado
insegura y es por eso que, a pesar de tener las cosas más que mascadas, dudo.
Seguro que sería la hija perfecta de Descartes. Malditas dudas…
Por cierto, no he hecho una presentación personal, ¿verdad?
Pues la hago en un momento:
Me llamo Zoe y soy una pequeña andaluza de veinte años, que
vive en una de las ciudades costeras de Andalucía: Huelva. ¿Algo curioso de mí?
Pues que simplemente soy...una friki de las canciones y me las paso cantando
todo el día, sin importarme que haya gente a mi alrededor. Curioso, ¿verdad?
Pues dejando presentaciones a parte, vuelvo a mi pequeño diario personal…
Lo que estaba contando, que me encontraba intrigada,
cotilleando, marujeando, cualquier otro sinónimo que implicase “stalkear” a
otras personas a través de redes sociales. Eso lo ha hecho todo el mundo y ese
momento me llegó a mí. Me percaté de varias personas que colgaban Tweets
mencionando cosas como mudanzas porque ya habían hecho la selectividad y se
mudaban a otras ciudades para hacer la carrera querida. Otros simplemente se
quejaban como yo de lo amargados que estaban por los putos exámenes. Hasta que
mis marrones ojos captaron un mensaje mucho más gracioso: “Que me voy para
Huelva!!!” Y el dueño de este Tweet se llamaba @AlessItalBlue. Era un re-tweet
de mi amigo que se fue a estudiar a Madrid. ¿Y éste de qué conocía a alguien
que se quisiera venir a estudiar a Huelva, teniendo en Madrid todas las
carreras que quisiera? Pues no lo entendía, la verdad. Era, como yo suelo
decir, “una lógica aplastante”. Pero después de reírme de twitters sobre
chistes e imágenes de animales graciosas, me dirigí a chatear un poco con mis
amigas para no tardar en volver a las andadas con mis queridos amigos de
pensamientos filosóficos.
Mito de la caverna, el discurso, la Teoría de las Ideas…estaba
harta, por eso simplemente volví a mi amigo portátil y me metí, como era rutina
mía, en los foros y redes sociales para seguir cotilleando. ¿Estaba siendo
cotilla porque me gustaba alguien? Pues en esos momentos no me gustaba nadie,
así que lo hacía por puro ocio. Y antes de acostarme me dí cuenta que en mi
querido Twitter tenía a alguien más que me seguía. Uh, ¡qué guay es verte que
ese número aumenta! Pero cuando quise darme cuenta de quién era, me quedé algo
consternada, por no decir flipada. Era ese tal @AlessItalBlue. Mmmm y encima me
había respondido al tweet que puse:
Fairytale @ZoeSonrisaMusical
“A la cama me voy ya, que estoy más que cansada de Descartes y Platón”
Me respondió lo siguiente:
BlueCobalto @AlessItalBlue
@ZoeSonrisaMusical Buonanotte, filósofa :)
Espera, espera…¿quién era éste para responderme de una
manera tan…cercana? Si ni siquiera le conocía y ya me estaba tratando como si
fuera amigo mío. A lo mejor exageraba, pero es lo que pensaba, eso o estaba ligando
conmigo. Respira, Zoe, que solo estaba siendo amable…
Y como soy española de pura cepa, no pude cortarme en
responderle…
Fairytale @ZoeSonrisaMusical
@AlessItalBlue Buenas noches, pitufo.
¿Por qué le respondí eso? Pues porque tanto azul en sus
nicks me recordaba a un pitufo. Así de simple. Y esa misma noche no recibí más
respuestas ni más tweets de parte del pitufo. Esa noche me quedé dormida con la
canción de Alexander Rybak, la que daba título a mi querido Nick del Twitter:
Fairytale.
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