Capitulo 24 “I will always love you”
Un abrazo. Solo era un simple abrazo. Pero para mi mente
quizás no era así…quizás había sido un gesto que no tendría que haber hecho
nunca. ¿Por qué me sentí de aquella manera? ¿Por qué un escalofrío me recorrió
la espalda al sentir que David empezaba a abrazarme de una manera mucho más
cercana que antes? Cerré los ojos sin querer saber qué me estaba pasando
realmente. ¿Aquella señal, aquellos escalofríos, eran acaso una forma de decir
que seguía queriendo a este chico? Cuando pasaron unos minutos, David se apartó
y me sujetó el rostro mirándome a los ojos, sonriendo de forma tierna.
-Tu cara lo dice todo…pero…querría oírlo.-Murmuró, mientras yo
estaba allí, teniendo un contacto directo con su mirada y también un conflicto
con mis sentimientos. ¿Mi cara lo decía todo? Cuando quise darme cuenta, me
llevé una mano a la mejilla, notando que estaba húmeda. ¿Cuándo había llorado?
-Yo…yo…-Susurré, cuando algo me lo impidió; girándome al
origen de un ruido me encontré a Lydia saliendo de la habitación al final del
pasillo, junto a Alessandro vestido de calle. ¿Le habían dado el alta? David
dirigió la mirada hacia aquel lugar de la misma manera que yo, pero quizás con
una mirada un tanto diferente a la mía, es más, demostraba más seriedad de la
habitual. Y es que todo lo relacionado con Aless no le gustaba y se notaba a
leguas.
-Le han dado el alta.-Mencionó David de forma cortante,
frunciendo levemente el ceño. Suspiré y giré el rostro al darme cuenta que
Lydia nos había visto y se había dignado a sujetarse del brazo de Aless. No
hacía falta que hiciera eso porque ya me daba cuenta que no quería que me
acercara a él, había ganado pero al parecer no le bastaba con eso que me lo
restregaba en la cara. Sin quitar el tema sobre David.
Pero esta vez no fue solo Lydia la que nos miraba. Aless se
giró y también se quedó viéndonos. A los dos, tanto a David como a mí. En ese
preciso momento, David colocó su mano en mi cintura, pegándome a él: por ese
gesto puse una mala cara, pero sobre todo, aparté la mirada de Aless. Lo
nuestro se había acabado.
Pero me perdí algo que no vi por el hecho de no querer
enfrentarme a la realidad.
No vi que Aless fue a hablarme, sujetándose el colgante que
aún llevaba puesto, pero Lydia tiró de él, provocando que avanzara y caminara
para salir del hospital y alejarle de mí.
Fui la única que no lo vio.
Tonta de mí.
Cuando levanté la mirada de nuevo, Aless ya se alejaba por
el pasillo rodeado de su gente: sus padres, hermana…y su novia.
¿Qué sintió mi corazón? Me pareció escuchar un leve “crack”
dentro de mí.
Pero antes de que pudiera seguir con mis pensamientos, David
me volvió a abrazar, mirándome y sonriendo.-No me respondiste.-Me clavaba su
mirada. Yo suspiré sin más.
-Claro. ¿Un…si te vale?.-Le sonreí sin ganas algunas.
-Un "sí" es muchísimo para mí, Zoe.-Tras aquellas palabras me
abrazó fuertemente.
Todo acabó.
Cada uno por su lado.
Que seas feliz, Aless. Yo también lo intentaré.