Capítulo 27 “Stay”
Los ojos furiosos de una chica rubia y alta era lo que más
brillaba en aquella sala en los momentos en que el silencio y el miedo hicieron
acto de presencia. Todo atraído por las mentiras que habían sido descubiertas
por quien, para ellos, no tendría que haberlo descubierto. Fue ahora la sonrisa
ladina de Luna la que llegó para quedarse.-¿Cómo os atrevéis a ser tan
rastreros y joderle de esta manera la vida a dos personas que se querían? Y
todo esto me lo esperaba de una zorra como tú, Lydia, pero de ti David…has
caído muy bajo por querer recuperar a una Zoe que, por si no te has dado
cuenta, no quiere estar contigo. -Sonrió cuando David estuvo dispuesto a
hablarle, pero levantó la mano inmediatamente para detenerle en dicho amago.
Lydia sin embargo, se cruzó de brazos temiendo lo que podría hacer aquella
chica con la verdad descubierta. Ni si quiera respondió al insulto de Luna en
ningún momento.-Eso fue una cosa, pero enterarme que fuiste tan hija de puta
como para amenazar a Andreas y al negocio de su familia…es algo que te ha
sentenciado. Espero que aprendas después de la patada en el culo que te dará
Alessandro una vez recupere la memoria totalmente.-Y así Luna estaba por
continuar, cuando la voz de Lydia la interrumpió.
-¿Y quién eres tú para intervenir en este asunto, cuando
solo parece que te interesa tirarte a ese estúpido italiano sentimentalista y
familiar? Vamos, rubita, a mi no me engañas. Intentas ganártelo de la misma
manera que yo he hecho con Aless. Somos iguales.-Con aquellas palabras, lo
único que provocó la italiana es que los azules ojos de Luna brillaran con
mucha más rabia de la que estaba emitiendo por momentos.
-¿Parecerme a ti? Yo no soy como tú, puede que haya tenido
mis momentos, pero mi locura por un hombre no se convierte en
obsesión.-Sentenció con una sonrisa divertida, viendo cómo el rostro de aquella
muchacha italiana se quedaba petrificada.
-No…estoy…obsesionada. Él siempre fue mi pareja y lo seguirá
siendo, y una estúpida española de tres al cuarto no se va a interponer en mi
camino para quitármelo. Ella no le conoce, no sabe nada de él. Yo le he amado,
le he querido y siempre he estado con él…-Lydia se empezó a tocar la cabeza, a
punto de venirse abajo, cuando algo vino a su cabeza como si de un rayo se
tratase. Levantó la mirada con un tono siniestro en ella, como si realmente
estuviera dispuesta a ir más allá de lo que había llegado.-Bien, hagamos una
cosa, rubita. Tú no le dices nada a Zoe y Alessandro y…procuraré que ni a tu
amiguita ni a tu familia le ocurra nada.-Sonrió amablemente, o por lo menos era
el modo en que fingía hacerlo, dejando ver sus oscuros planes expuestos.
Los ojos abiertos y sorprendidos ahora fueron los de David y
Luna a la vez.-¿Qué demonios estás diciendo, Lydia? No lleves esto tan lejos.-Saltó
David inmediatamente, ya que estaba considerando que aquellas acciones de la
italiana estaban llegando a unos extremos demasiado radicales. Lydia miró con
furia contenida a David para que mantuviera la boca cerrada, ya que parecía que
se le iba a lanzar a la yugular en cualquier momento.
-Si yo gano, tú ganas. Si yo me hundo, tú te hundes…-Comentó,
luego giró la mirada a Luna, quien seguía impactada.
-¿Después de todo te atreves también a amenazar a Zoe y a mi
familia? Debes ir al psicólogo chica.-Tras aquellas palabras Luna se giró para
dirigirse al lugar donde había quedado con Zoe.
Pero Lydia solo sabía sonreír.-Bien, al psicólogo tendrá que
ir tu querida amiga…-Cogió el móvil, sonriendo de lado a David, éste no sabía
qué iba a hacer la chica, la temía realmente. El teléfono sonó en otra parte y
David fue testigo de una conversación en italiano:
-Daddy? ha voluto parlare di un problema e Alessandro. Sì,
esattamente, il suo ritorno a casa…Lo voglio al più presto possibile.*
Tras unos minutos transcurridos entre Alessandro y yo, Luna
hizo acto de presencia con una cara un tanto seria. Rápidamente me acerqué a
ella sonriéndole, con Alessandro persiguiéndome de forma indirecta; pero a
pesar de todo aquello, la cara de mi mejor amiga me preocupaba demasiado. Ella
sabía algo que yo no.-¿Qué pasa, Luna? Me estás preocupando con esa cara…-Luna
estuvo a punto de soltarme algo, pero el sonido de un teléfono móvil la
interrumpió: se trataba del móvil de Aless, quien pareció sorprenderse
totalmente al ver quién estaba llamándole con tanta insistencia.
-Vaya, ¿me disculpáis un momento?.-Sonriendo, con algo de
preocupación en su rostro, Aless se alejó de las dos. Luna me miró de nuevo,
pero esta vez no fue el sonido de un móvil lo que la interrumpió de golpe, algo
que provocó que yo diera un sobresalto por escucharlo. Alessandro empezó a
gritar y discutir por teléfono en italiano.
-Non tornare in Italia, sto bene qui. Non si torna indietro!
Papà, aspetta!* .-De repente, Alessandro se quedó mirando el móvil incrédulo de
lo que acababa de escuchar. Me acerqué inmediatamente a él, preocupada.
-Aless…¿Qué ocurre…?.-La miraba preocupada, sin darme cuenta
que le miraba como en el momento que había tenido el accidente: preocupada,
dolida y con miedo. Él me sonrió como pudo para dedicarme una de las noticias
más dolorosas después de saber su pérdida de memoria.
-Mañana…regreso a Italia.
Sentenció, provocando en mí una rotura, una grieta, un
vacío.
No…
No quería que se fuera.
Quería que se quedara.
1-Daddy? ha voluto parlare di un problema e Alessandro. Sì, esattamente, il suo ritorno a casa…Lo voglio al più presto possibile.* = ¿Papá? Quiero hablarte sobre un problema de Alessandro. Si, exactamente, sobre su vuelta a casa. Quiero que sea lo antes posible.
2 -Non tornare in Italia, sto bene qui. Non si torna indietro! Papà, aspetta!*= No voy a volver a Italia, estoy bien aquí. ¡No voy a volver! ¡Papá, espera!
No hay comentarios:
Publicar un comentario