jueves, 15 de marzo de 2012

Sonrisas y lágrimas, gran contradicción.

Desde hace unos días, quizás dos semanas, un "miembro" de mi familia nos dejó por una enfermedad. Llorando por ella, llorando por la impotencia de no haber podido hacer más para ayudarla; otro tema también me rondaba la cabeza, no tenía la misma importancia pero también era muy relevante en mi vida. Tras días y días pasados, intento ir bien a pesar de que esa enfermedad sigue en pie, pero ahora en otro "miembro" más de mi familia. ¿Desesperarse por ello? "¿Tendría que seguir llorando porque las cosas no están saliendo bien en estos momentos?", me preguntaba muchas veces pero fue entonces cuando llegué a una simple y clara conclusión..."todo lo que sube, baja". Si ya había tenido suficientes cosas malas y momentos desastrosos, ¿por qué no tener ahora todo lo contrario? Pues esas son las buenas noticias que estoy recibiendo en estos últimos días, ese "miembro" que padece la enfermedad se está tratando y responde muy bien a los medicamentos; esas dudas que me explotaban en la cabeza cada vez se hacen menos difuminadas. Después de llorar no queda otra cosa que sonreír, porque quieras o no, nuestra vida es como una gran y enorme montaña rusa. ¿Qué haces leyendo esto entonces!? Compra tu ticket a esa montaña rusa y empieza a subir por ella, pero no te sorprendas cuando llegues a lo más alto...porque todo cae. Feliz día...y sonríe :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario